Hemos tenido una mañana muy completa, dedicada a comprobar cómo sería nuestra vida si tuviéramos una capacidad distinta.
Durante una hora y media hemos hecho nuestras tareas diarias, pero con “algo” que nos impedía hacerlo de la forma habitual. Al principio, durante un par de minutos, era algo divertido. Sin embargo, rápido nos hemos ido dando cuenta de que todo era muy complicado.
Nos hemos centrado en discapacidades motrices y del habla. Durante toda la actividad teníamos que hablar, dependiendo del equipo que tuviéramos, usando siempre la misma vocal. Lo que era muy divertido se ha convertido en un proceso totalmente frustrante. Durante el debate, queríamos dar nuestra opinión. Las ideas estaban completamente ordenadas en nuestra mente. Sin embargo, no podíamos exteriorizarlas. Vivimos en primera persona qué se siente cuando expresar lo que sentimos se convierte en una tarea muy complicada.
Por otro lado, cada vez que queríamos levantarnos para, por ejemplo, ir al servicio, lo hacíamos andando hacia atrás, con los pies juntos. Qué complicado es movernos con dificultades motrices. Algunos compañeros nos dicen que la parte más dura ha sido cuando, yendo al servicio, compañeros del centro los miraban como si fueran “bichos raros”. “Me daba mucha vergüenza”, nos ha dicho una niña de clase.
También, mientras hablábamos con las vocales iguales y andábamos con pies juntos hacia atrás, hemos hecho un ejercicio con la mano contraria a la que solemos escribir. Parece una tontería, ¿verdad? Ha sido la actividad que más les ha impactado. No sólo es difícil. De nuevo mi mente sabe exactamente cómo se hace la resta, pero no soy capaz de hacerlo bien. Además, el profe, cada vez que terminábamos la resta, si los números no estaban bien escritos, hacía que borráramos y volviéramos a empezar. Por supuesto, borrar, sacar punta… con una sola mano.
Después todos los alumnos han querido dar su opinión. Hemos tenido un debate intenso y muy emotivo. Una vez más comprobamos lo bueno que es para todos estudiar en un colegio tan diverso como el nuestro. Entendemos que todas esas diferencias suman porque todos tenemos algo maravilloso que aportar.
Terminamos haciéndonos una foto en el photocall que el Equipo de Orientación ha hecho.
Estamos deseando que llegue mañana para trabajar con el equipo de APROMPSI.
