El perrito caliente parlante (segunda parte)

(…)

Justo cuando Pedrito iba a dar el primer bocado, tropezó y el perrito cayó al suelo.

– ¡Eh, tú! ¡No me tires! – gritó muy enfadada la salchicha.

Los tres amigos se quedaron boquiabiertos cuando la salchicha dijo eso. ¡No era posible!

– ¡Impresionante! – dijo sorprendida Juanita.

– ¿El qué? – preguntó la salchicha. – ¿Nunca has visto una salchicha que habla?

– La verdad es que no. ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? – quiso saber Neno.

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– Vengo de París. Conseguí escaparme de una lata de salchichas que había en un bar que estaba cerca de la Torre Eiffel. Toda la gente quería comerme. Llegué a Jaén rodando, rodando, rodando.

– ¿Y cómo es posible que hables? – preguntó incrédulo Pedrito.

– Pues con la boca, igual que tú. ¡Vaya pregunta!

Los tres amigos se miraron, no muy convencidos.

– En realidad soy una salchicha mágica. Todo empezó cuando mis padres, Don Chorizo y Doña Morcilla se dieron su primer beso. Picaban los dos tanto que empezaron a gritar a la vez. Desde entonces, toda mi familia tiene boca: mi tío Fideo, de Italia; mi tía Croqueta, de Córdoba; mi abuelo Patatón, que sabe de todo un montón y mi cuñada Zanahoria, quien tiene un miedo inexplicable a los conejos.

– Toda esa historia no se la cree nadie – protestó Pedrito «Cabezón».

– Bueno, ¿me vais a coger o pensáis dejarme todo el día tirado en el suelo?

La cogieron con mucho cuidado y desde entonces la pandilla pasó a tener cuatro amigos en lugar de tres: Neno, Juanito, Pedrito «Cabezón» y la salchicha, quien hablaba un montón.

Lo que aún no sabían es que la salchicha, además de hablar, también tenía unos poderes alucinantes, pero eso lo contaremos otro día.

8 comentarios en “El perrito caliente parlante (segunda parte)

  1. Cristina

    Curiosa la historia esta del perrito caliente (parlante) esperando con muchas ganas la tercera parte!! Que grande y maravillosa la imaginación de estos pequeños narradores!!!!

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    1. Rafa Aleman

      ¡A mí también, Gema! Algunas ideas no tienen ni pies ni cabeza cuando ya somos adultos. Qué pena el ir pendiendo esa imaginación sin reglas ni límites.

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  2. Susana Martínez Bonoso

    Me encanta toda la historia!!!!
    Ojalá pudiéramos verlos x un agujerito, cuando estén aportando sus ideas y tú, Rafa, le tienes que dar forma 😁😁
    Muchísimas gracias x como trabajas con nuestros peques.

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