¡Buah! Os cuento:
La orientadora del centro se ha enterado, no sé cómo, de que estamos haciendo un proyecto de robótica y nos ha hecho un pedido.
Quería un robot que pudiera dirigir a distancia en cualquier dirección; que tuviera un rótulo continuo que pusiera «Aula de orientación»; que tuviera al menos dos luces distintas. ¡Y todo lo necesitaba en menos de hora y media!
Nuestros pequeños empresarios se ha puesto a trabajar duro.
¡Han conseguido terminarlo a tiempo y la seño de ha quedado alucinada!
¡Genial, chicos!

